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7 habitaciones / 19 personas

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Historia viva y calma señorial en el Palacio de Guzmán.

Un alojamiento de estilo clásico ubicado en el histórico Palacio de Guzmán, donde la arquitectura centenaria y la serenidad del entorno se convierten en parte esencial de la experiencia. Aquí, la historia no es un decorado: es el hilo conductor de una estancia que combina comodidad, autenticidad y un carácter señorial que marca la diferencia desde el primer instante.

Despertar en el palacio es comenzar el día con calma. La luz suave entra por las estancias, los muros antiguos envuelven el silencio y el desayuno con productos tradicionales recuerda que hay lugares donde el tiempo sigue otro ritmo. Es la sensación de habitar un edificio que lleva siglos en pie y que aún conserva el encanto de lo hecho para perdurar.

Al caer la tarde, el palacio ofrece uno de sus mejores momentos. Pasear por sus rincones, descansar mientras la luz dorada se filtra entre los muros o simplemente contemplar el entorno en silencio convierte ese instante en algo memorable. Un pequeño lujo cotidiano que solo puede ofrecer un lugar con esta presencia histórica.

Quienes llegan por primera vez suelen comentar lo mismo: sorprende la serenidad, sorprende la autenticidad y sorprende la capacidad del palacio para envolver al visitante en una calma casi inmediata. Al marcharse, lo que más destacan es el conjunto: un trato profesional y cercano, una arquitectura que habla por sí sola y la sensación de haber estado en un lugar especial, de esos que dejan huella.

El Palacio de Guzmán guarda detalles que solo se descubren al observar con detenimiento. Según la tradición local, sus paredes “susurran historia”. No se trata de leyendas ni fenómenos inexplicables, sino de pequeñas huellas patrimoniales: escudos casi borrados, herrajes originales que aún funcionan, pasillos diseñados con la proporción exacta para que los pasos no rompieran la calma del edificio. Elementos que no se exhiben como piezas de museo, sino que siguen vivos, formando parte natural del día a día del alojamiento.

En esencia, el Palacio de Guzmán es un lugar donde la historia se siente, donde el confort se cuida y donde cada estancia se convierte en una experiencia reposada y auténtica. Un refugio señorial en Burgos para quienes buscan algo más que un hotel: un lugar con alma.

*Este alojamiento no pide noches de estancia mínima.

**Este alojamiento permanecerá abierto durante todo el año.

***Este alojamiento puede alquilarse de forma completa.

Tu anfitrión

José Gómes

"El Palacio de Guzmán es un encantador hotel boutique que combina la elegancia histórica con el confort moderno."

José Gómes
Palacio de Guzmán Hotel Boutique

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Los clientes serán recibidos con una copa de vino local servido en un espacio histórico del alojamiento. Además, disfrutarán de un pequeño tour de 10 minutos por un de los rincones más singulares del Palacio junto a un detalle gastronómico (como un bocado tradicional de producción local).

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