Silencio, raíces y cielos estrellados en el corazón de la Moraña.
Hotel Rural Casa del Oso es uno de esos lugares que te reconcilian con el tiempo lento y el silencio. Un pequeño hotel con alma, ubicado en plena Moraña abulense, junto a la misteriosa y bella Laguna del Oso, un paraje natural que invita a pasear sin prisa, contemplar las aves, identificar plantas autóctonas y dejarse envolver por una tranquilidad difícil de encontrar hoy en día.
A solo hora y media de Madrid, este alojamiento de apenas 18 habitaciones ofrece una escapada auténtica en el corazón de Castilla. Pero lo que lo hace verdaderamente especial es que forma parte de un innovador proyecto de co-desarrollo territorial impulsado por Kerbest, cuyo núcleo es una escuela de pastores. Sí, como lo oyes: aquí el turismo rural va de la mano de la recuperación del saber ancestral, de la conexión con la tierra y del impulso a la cultura local.
Cada habitación lleva el nombre de una palabra en desuso de la zona, un homenaje poético al lenguaje popular que poco a poco se borra del habla y de la memoria. Una estancia en Casa del Oso es también una experiencia de aprendizaje y redescubrimiento.
Tal vez no sea el sitio más fácil de encontrar en el mapa —y eso, para muchos, es parte de su encanto—, pero quienes llegan, se van con el alma llena: por la hospitalidad sencilla y honesta, por la paz que se respira en cada rincón, y por la magia de dormir bajo un cielo estrellado, sin más sonido que el de la naturaleza.
Una escapada que no solo descansa el cuerpo, sino que inspira, emociona y conecta. Bienvenido a Casa del Oso: el lugar donde las palabras, la tierra y las estrellas aún tienen algo que decir.
*Este alojamiento acepta mascotas en algunas habitaciones.
**Este alojamiento permanece abierto durante todo el año.
***Este alojamiento puede alquilarse de forma completa.
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"El hotel Rural Casa del Oso está para todas las personas que quieran acercarse a conocer el espacio natural y el proyecto"
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Qué ver en El Oso
En pleno corazón de la comarca de La Moraña, El Oso es un pequeño municipio abulense que sorprende por su riqueza patrimonial y su entorno natural único. Nosotros te contamos todo lo que necesitas saber, ¡toma nota!
- Iglesia de San Pedro Apóstol, del siglo XVI, con una hermosa arquitectura y un retablo barroco. Frente a ella encontrarás el icónico "Oso de piedra", un verraco vetón que da nombre al pueblo y forma parte del museo al aire libre local
- Castro de El Oso, un poblado fortificado de la Edad del Hierro, con restos visibles y excelentes panorámicas del valle del Tormes
Pueblos y alrededores con encanto
- Narros de Saldueña, Papatrigo y Cardeñosa: pequeños núcleos rurales que conservan la arquitectura tradional y permiten descubrir el modo de vida de la comarca.
- Madrigal de las Altas Torres: un poco más allá, con un centro histórico medieval y restos arqueológicos, ideal para completar la ruta cultural.
- Ávila capital (a 22 km): la imponente ciudad amurallada, declarada Patrimonio de la Humanidad, ofrece monumentos como su muralla medieval y las emblemáticas torres romanicas.
Actividades en la naturaleza
- Lagunas de El Oso: un humedal de gran valor ecológico con zona de observación de aves —cigüeñas, grullas, ánsares, limícolas— mediante ruta circular de 9 km. Bajas exigencia, ideal en bici o a pie.
- Centro de Interpretación “Lagunas de la Moraña”: ofrece rutas guiadas, exposiciones y actividades educativas sobre ornitología y biodiversidad.
- Hide o observatorio ornitológico: una instalación con ventanales “espía” para fotografiar aves (cernícalo, andarríos, cigüeñuela) en su entorno natural.
- Senderismo y cicloturismo: numerosas rutas rurales entre las lagunas y el entorno cerealista, perfectas también para bicicletas, con paisajes de estepa y pinar.
Además, junto a la iglesia se inicia una ruta que recorre los principales puntos de interés locales, combinando patrimonio popular y observación natural.
Restaurante Casa del Oso
Camino de Cabizuela, Km 3.200. C.P: 05164. El Oso (Ávila). España.
El restaurante de Casa del Oso es un homenaje a la cocina sencilla bien hecha, a los sabores de siempre tratados con respeto y cariño. Aquí el protagonista es el producto de kilómetro cero, que llega fresco desde la propia tierra morañega para transformarse en platos honestos, sabrosos y llenos de alma.
Nada de artificios: lo que manda es la calidad del ingrediente y el saber hacer. La parrilla cobra un papel esencial, y no puedes irte sin probar su plato estrella: mollejas y zanahorias a la brasa, una combinación sorprendente que resume la esencia del lugar —tradición, autenticidad y sabor de verdad.
Además, el restaurante no se queda solo en lo gastronómico. También organiza talleres culinarios y menús degustación que se convierten en pequeñas experiencias sensoriales, ideales para quienes quieren profundizar en los sabores de la zona y entender el origen de cada plato.
Un espacio íntimo, acogedor y sin pretensiones, donde cada bocado cuenta una historia. Porque en Casa del Oso, comer también es una forma de conectar con el territorio.
Datos de interés:
- Tipo de cocina: Tradicional
- Plato estrella: Las mollejas y zanahorias a la brasa
- Tipo de restaurante: Abierto al público
- Tiene terraza
Descubre las acciones sostenibles del alojamiento Hotel rural Casa del Oso:
- Amenities orgánicos
- Apoyo biodiversidad
- Apoyo a proyectos sociales
- Construcción sostenible
- Fomento del empleo local
- Granja
- Huerto
- Fomento del comercio local
- Reciclaje de residuos
- Uso de energías renovables
- Cargador eléctrico
- Uso de productos ecológicos
- Eficiencia energética
- Uso responsable del agua
La mayoría de sus productos son de km0. Además, cuentan con la Escuela Kerbest y su fundación, que colabora y trabaja de la mano de la ONG.
Puntos de interés
- San Pedro del Arroyo (15km)
- Ávila (32km)
- Madrid (126km)
- Valladolid (118km)
- Salamanca (91km)
- Arévalo (30km)
Opiniones y valoraciones
Fuimos buscando tranquilidad y naturaleza, y encontramos mucho más. La laguna al atardecer es impresionante, y el silencio por la noche… ¡pura paz! Nos encantó el enfoque cultural del proyecto, y que cada habitación tenga el nombre de una palabra en desuso nos pareció precioso. Volveremos seguro!!
Un poco difícil de encontrar, pero merece totalmente la pena. El entorno es único y se respira una calma absoluta. El personal muy amable y cercano. Las mollejas del restaurante, increíbles. Ideal para amantes del turismo tranquilo y con propósito.
Nos alojamos dos noches y fue una experiencia muy especial. Aprendimos sobre las palabras tradicionales de la zona, dimos paseos por la laguna y disfrutamos de unas estrellas como no se ven en la ciudad. Muy recomendable para ir en familia o en pareja. Los talleres gastronómicos fueron la guinda del pastel :)
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