Del huerto al plato. Planes sostenibles para verano

Con ganas de disfrutar de la naturaleza y lo que nos regala, los hoteles presumen de sus huertos y ofrecen sus productos a todos los viajeros que se han animado a VOLVER a Viajar
Tendencia: La filosofía del Kilómetro 0 y la sostenibilidad van cogiendo fuerza en todos los establecimientos del club que pasan de las intenciones a la acción, comenzando por poner en valor sus huertos y recetas tradicionales.
En este post te contamos magníficos planes para que este verano puedas disfrutar de los pequeños placeres de los alojamientos Ruralka. ¡Comenzamos!
1. Nacimiento del pimiento y reproches de escarola en Abadía SamitierHuesca
A 700 metros de altitud, en las estribaciones del pirineo aragonés, se encuentra la Abadía Samitier, una abadía del siglo XVII, en el apenas habitado pueblecito de Samitier con 3 suites y una oferta cultural y de naturaleza amplísima. 
Desde aquí, Arturo Gastón nos invita a pasear por su huerto, aledaño al hotel, del que habla con mucho respeto y cariño: “Cada pimiento que nace es un acontecimiento, porque ha sobrevivido a la voracidad de unos caracoles envalentonados ya que no utilizamos tratamientos químicos. Cuando el caprichoso tomate rosa lo desea, nos obsequia con su perfume al atardecer. Calabazas y calabacines mantienen su eterno discurso sentimental, entre reproches de lechugas y escarolas, mientras las cebollas y los puerros se obstinan en extender sus sabrosos periscopios para sentir mejor el aroma del inmenso granado, de la generosa higuera o de un caqui adolescente que acabamos de incorporar a la familia”. 
Reflejo de este amor incondicional por el producto natural y el huerto, invitan al cliente a recolectar él mismo alguno de estos manjares para degustar en crudo o en la cena. La temporada manda y los menús van cambiando en función de lo que da la tierra. Cocina tradicional aragonesa basada en las recetas de las abuelas y que nos trae platos con producto de su huerto como el salmorejo de tomate rosa de Barbastro, el chilindrón, la refrescante crema de calabacines con queso de Saravillo, sésamo tostado, unos toquecitos de jamón de cerdo de La Fueva y el delicioso aceite de oliva virgen extra de sus olivares.  
ruralka hoteles rurales con encanto
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2. Habas a la salvia en Hospedería la EraCórdoba
En Almedinilla (Córdoba), Raúl y Davinia se encargan de que pares el tiempo y percibas esa calma al llegar que se traduce en toda una filosofía slow que les acompaña desde que abrieron las puertas de Hospedería la Era. Concienciados con la sostenibilidad, uno de sus lemas es “amor y respeto a la tierra y a las personas que viven de ella”, trabajando con productores locales y ecológicos bajo la economía del bien común.
Su huerto es protagonista de algunos de sus platos como las habas a la salvia. Nos cuentan que la receta es bien sencilla y que dice mucho del aprovechamiento de esta legumbre utilizada tradicionalmente tanto para alimento humano como para ganado, ya que se usa la vaina completa. Tras recolectar y trocear el fruto tierno y fresco, hay que sofreírlo con una buena dosis de virgen extra DOP Priego de Córdoba de la variedad picudo; posteriormente hay que añadir la clara de huevo, remover hasta cuajarla, salpimentarlo al gusto y añadir unas hojas de salvia picada, que le aportarán un sabor y frescor. 
Al emplatar, añadimos la yema, la rociamos con una cucharada de virgen extra calentado en la misma sartén y una pizca de sal gorda, creando una fina película que romperemos al empezar a degustar este sencillo gran manjar, de manera que disfrutaremos de la untuosidad de la yema en cada bocado, dejándonos al final los matices inconfundibles de la salvia.  
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3. Los tomates confitados del Castillo de Buen AmorSalamanca
El Castillo de Buen Amor tiene más de 500 años de historia, un hotel con encanto, en el que el viajero encontrará armaduras y tapices, un laberinto vegetal y viñedos, piscina en el foso y un huerto que nutre su restaurante. Para este verano, “el huertillo del buen sabor”, que se ha ajardinado para permitir las visitas de los viajeros, proveerá entre otros de distintas variedades de tomates, berenjenas, pimientos del piquillo, del padrón, piparras, pimiento morrón, calabacines, calabazas, puerros, cebollas y diferentes lechugas. 
La jefa de cocina, Nerea Hernández prepara uno de los platos estrella para estos meses de calor: ensalada de tomate confitado con queso de Hinojosa. 
Nerea confita los tomates a baja temperatura con hierbas aromáticas del entorno de la dehesa charra. Lo combina con queso de los Arribes del Duero, para poner en valor el producto de cercanía. Lo elabora en dos texturas para tener contrastes cremosos, crujientes, fríos y calientes. El aceite de aliño es de la Sierra de Salamanca, de la variedad local cacereña. 
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